Odontopediatría en Don Benito.

En odontopediatría, es fundamental corregir hábitos orales nocivos como chuparse el dedo, el uso excesivo del biberón y la respiración por la boca. Estas prácticas pueden provocar problemas en el desarrollo dental y mandibular, incluidas maloclusiones y anomalías en el crecimiento facial.

El abordaje terapéutico puede incluir el empleo técnicas de RNO ortopedia maxilofacial, aparatos orales específicos que desincentivan estos hábitos, junto con estrategias de modificación conductual y, en ciertos casos, la colaboración de un logopeda.

La meta es eliminar estos hábitos oportunamente para prevenir o reducir su impacto negativo en el desarrollo bucal y facial del niño.

La aplicación de flúor es una estrategia preventiva clave para reforzar el esmalte de los dientes, aumentando su resistencia contra la caries. Este tratamiento se puede administrar de diversas formas, incluyendo barnices, geles o espumas, aplicados directamente en los dientes durante las consultas odontológicas.

El flúor trabaja remineralizando las zonas del esmalte que han comenzado a perder minerales, y disminuye la habilidad de las bacterias de generar ácidos dañinos para los dientes.

Este procedimiento es crucial para niños de todas las edades, en particular para aquellos que presentan un riesgo elevado de sufrir caries.

Instruir sobre las técnicas adecuadas de higiene bucal es un pilar en la odontopediatría. Esto abarca un cepillado efectivo de los dientes, aplicando una metodología que asegure la limpieza de todas las caras dentales, junto con el uso correcto del hilo dental para remover residuos entre los dientes, zonas a las que el cepillo no llega.

Nuestro equipo ofrece orientaciones específicas y adaptadas tanto a niños como a sus padres, empleando modelos dentales y otras herramientas educativas para enseñar y animar a los más jóvenes a adoptar una rutina constante de cuidado dental diario.

La endodoncia pediátrica, conocida como pulpotomía o pulpectomía, se aplica cuando la caries ha progresado hasta afectar la pulpa dental, el núcleo del diente donde se ubican nervios y vasos sanguíneos.

Pulpotomía: se elimina solo la parte infectada de la pulpa en la corona del diente, aplicando después un medicamento para conservar la pulpa sana restante.

Pulpectomía: implica la remoción completa de la pulpa de la corona y las raíces del diente, rellenando los canales radiculares posteriormente. Ambas técnicas tienen como fin conservar el diente dañado y mantener su función hasta que sea el momento adecuado para su sustitución por un diente definitivo.

En la odontopediatría, el manejo de la caries dental incluye la remoción del tejido dental comprometido y su reconstrucción posterior.

Según el grado de afectación de la caries, el tratamiento puede variar entre empastes, usando materiales como el composite para restauraciones directas, o la colocación de coronas pediátricas en casos de pérdida significativa de estructura dental.

La finalidad de estos tratamientos es recuperar tanto la función como la estética del diente comprometido y evitar que la caries avance más.

La ortodoncia interceptiva, también conocida como ortodoncia para niños, se enfoca en corregir anomalías en la mordida y la alineación de los dientes en fases iniciales.

Este tratamiento puede emplear dispositivos tanto de ortodoncia removibles como fijos para orientar adecuadamente el desarrollo de la mandíbula, rectificar mordidas cruzadas, prevenir la extracción futura de dientes permanentes y mejorar la estética facial.

Interviniendo precozmente, es posible evitar problemas más complejos y disminuir la necesidad de procedimientos odontológicos más intensivos durante la adolescencia.